Extrañamiento
¿Qué es la vida sino este constante fluctuar entre realismo e irrealidad , entre la contundencia de levantarse cada mañana con la vejiga llena y nuestra imposibilidad de aceptar que un virus que no podemos ver haya puesto en jaque a la misma ciencia que crea brazos robóticos y transplanta corazones de simio en humanos? ¿Qué es más verídico, lo que nos golpea en la cara o aquello que persiste en nuestra memoria? Como la casa de la abuela, a la que uno cree poder ir cualquier tarde a tomar café y conversar, aunque esté ocupada por otros o ya no exista. ¿No seguimos amando a nuestros familiares que ya no están, como a cada uno de nuestros amores, no importa que se hayan ido o el daño que nos hayan hecho? ¿No permanecen en nuestra memoria y en nuestros sueños, donde aparecen y aparecemos amándolos, tan jóvenes, tan inocentes como solíamos serlo? Así como el que muere se queda con nosotros, todos aquellos a quienes amamos seguirán siendo amados por una parte de nosotros, porque en ese amad