Es lo que hemos escuchado durante años... Pero, ¿no lo es más bien el mundo y la sociedad que creamos? ¿Qué hizo con nosotras las mujeres, por ejemplo? Decirnos lo que debíamos hacer, primero, casarnos, criar hijos (y terminar de hacerlo con "nuestros hombres"); luego, y después de muchas luchas, nos permitió tener un oficio o una carrera para poder trabajar y aportar a los gastos del "hogar" y también comprar (mucho, en lo posible). Pero antes que conseguirlo es imprescindible desearlo, soñar con eso f ervientemente, planearlo en nuestras mentes, como en el caso del matrimonio. No nos dio muchas posibilidades, ni siquiera era una opción sino un mandato. Ni hablar de cómo se sintieron -y se sienten aún- aquellas que no encontramos la media naranja ni logramos tener la familia perfecta de las películas, esa que nos vendieron y caló bien adentro en nuestros inconscientes... ¡Qué caro nos ha costado a tantas dicho "fracaso"! Esta sociedad que también nos pid