De la red y otros demonios
¿Que son negativas, afectan el tiempo que pasamos con nuestras familias y amigos y distraen a la gente de sus labores haciendo que vivan una irrealidad que nada tiene que ver con sus problemas cotidianos? Es cierto. ¿Que nos permiten estar más informados aunque no mejor, que hacen posible ir más allá de nuestra propia realidad y de nuestro propio espacio y tiempo? También. Pero hoy se me antoja echar un madrazo a los que critican la constante actividad de otros en las redes sociales. Si bien es cierto que hoy el mundo no es mejor que ayer y estos espacios rinden un tributo desmedido al ego, es preciso decir que, gracias a la world wide web o internet como la conocemos, los jóvenes (y los no tanto), están y estamos más al tanto de lo que pasa en el mundo que hace unas décadas atrás. Antes, los periódicos y noticieros eran exclusivamente para gente mayor, tan mayor que ni siquiera pertenecía al ámbito laboral, como nuestros abuelos. Los adolescentes tenían miedo de ser tachados