De marchas y tropeles
Quienes contamos con unas cuantas décadas en este mundo hemos visto todo tipo de manifestaciones y revueltas: de ambos lados del espectro político, en nuestro país y en otros cercanos o lejanos, algunas “pacíficas" y otras que han incendiado todo a su paso; y todos, de una manera u otra, hemos participado de alguna. Al menos una vez hemos salido a apoyar a la patria en los desfiles de independencia o a protestar contra el gobierno por las alzas en los transportes y en los servicios públicos, por los recortes en los presupuestos para la educación y la salud, por la negligencia ante las masacres contra líderes reconocidos y anónimos, frente a dudosos resultados electorales; hemos visto marchas de profesores y estudiantes, de pensionados y mujeres, de campesinos, indígenas, afrodescendientes; movilizaciones que aglutinan personas de todas las edades y marchas de viejos jóvenes y de jóvenes viejos -parafraseando a Pepe Mujica-; unas coloridas como las del orgullo gay y otras plaga