Monogamia feroz
Te encuentras con esos amigos que llevan más de diez años casados y sientes que son un solo ente que respira y camina en dos piernas, como unos siameses que de tanto andar juntos ya saben lo que cada uno va a decir y se completan las frases; te parecía lindo antes, pero ahora, después de tanto trajinar por la vida te parece un poco fatigoso. Escuchas en consulta a esos veinteañeros que al calor de la pasión engendraron un hijo que llegó a destiempo, que interrumpe sus rutinas y se suma a sus múltiples desencuentros; que será criado por la dedicada abuela quien no pudo educar a sus propios vástagos por tener que salir cada día a buscar el sustento, pero que ahora está dispuesta a reparar a través de este ser todos los errores que cometió y que seguirá cometiendo su descendencia sin que nadie pueda evitarlo... No entiendes por qué estos casi infantes insisten en permanecer juntos intentando exorcizar sus múltiples demonios (especialmente el de los celos obsesivos, omnipresentes) cada un