Preguntas
Últimamente me cuestiono si, en lo que a relaciones se refiere, debemos renunciar siempre a algo para obtener ya sea amor, amistad o compañía; porque si lo pensamos bien hay espacios (incluidos los físicos, como el lugar en la cama, en el baño o en el armario) que cedemos para que el otro o la otra entren en nuestra vida; también una gran parte de nuestro tiempo de ocio o actividades solos o con otras personas, que entregamos porque creemos que vale la pena sacrificarlo todo por el afecto... ¿La vale, realmente? Muchos responderán que totalmente. ¿Qué es lo más sensato? ¿Ir tras un ideal imposible aunque se nos vaya la vida buscándolo, o amar "imperfectamente" a alguien que se parece poco a lo que soñamos -porque no cumple con todos los ítems de nuestra check list- pero está ahí, plenamente dispuesto? ¿Qué tan realista es quererlo ‘todo' en una relación: compromiso emocional, cuidado, demostraciones de afecto, buen sexo? ¿Y qué tan justo es con nosotros conformarnos con...