Un desecho
Un poema que en la cabeza se aproxima a lo sublime
en la tinta no es más que basura descartable:
hoy he pensado en mi muerte y he llorado
-el grito de mi madre junto a mi cuerpo sin respuesta
sin poder moverme con sus pocas fuerzas
siguiendo absorta los pasos apurados del personal
"señora, firme aquí" como si eso fuera todo
(y es todo)
ha logrado conmoverme-
Deseé morir satisfecha
con el hambre y el deseo colmados
sin añorar los tiempos
en que amaba y reía
aunque, ¿cuándo fue, musa, ese momento?
¿Si morí tan pequeña y todo lo viví a través del velo del llanto?
¿Si el placer nunca lo fue del todo
Y todo dolió?
Nunca estuve aquí
lo que otros veían era un holograma
solo una actriz de segunda en este mediocre melodrama.
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