Tú
¿En qué momento mis ojos empezaron a mirarte distinto?
A veces, creo que me salvaste de una pesadilla
otras, que me hundes en una
porque me das una ilusión y luego me llena de miedo tu afán por dejar la puerta abierta
aclarando que podrías irte mañana u otro día
puedo sentirme absolutamente complacida o completamente sola a tu lado
y eso asusta
es para alucinar cómo te idealizo y luego te destruyo, todo en cuestión de minutos
tal vez para no creer lo rara que me siento
sin algo a lo cual poder aferrarme y sin desear hacerlo
porque estar y estarnos es como tener una sed que no se sacia
como beber de una fuente inagotable
no recordar nada de lo anterior
como si tu voz fuera una sinfonía
un estruendo armonioso que me hace querer vivir
escuchándola.
Comentarios
Publicar un comentario