Flashbacks

 En las noches de desvelo alucino con ese lugar vacío

que aún debe guardar 

los ecos de las risas

la sal de los sudores

el timbre de las voces que variaba

del susurro embelesado 

al cataclismo del desencuentro;

sin nuestros cuerpos en él,

pero en la memoria siempre.

A veces, parece un sueño: 

¿estuve realmente ahí?

¿Éramos esos nosotros 

(un nosotros que ya no existe)

en cada rincón del baño, 

de la cocina, de la habitación?

Y, ¿qué fue del gato

que nos miraba con ojos desorbitados

para luego dormitar

acurrucado en la ventana?

Tanto que costó salir de allí 

para que ahora solo queden

un cementerio de muebles 

coronados de sábanas como fantasmas,

unas materas con cadáveres de plantas

y por todas partes 

las huellas invisibles de las pieles

cual escena de un crimen

que nunca pudo resolverse.

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