¿Dónde está la Humanidad?
En estos tiempos de tan variadas formas de comunicación la gente muere sola: ancianos, personas de mediana edad, adultos jóvenes, adolescentes son encontrados en sus casas; sus cuerpos (a veces con varios días de descomposición) dan cuenta de que esas palabras finales no fueron oídas, esa mirada postrera no se dirigió a nadie, esa mano no fue tomada por última vez por un otro; una vida más que se apagó sin testigos (como muchos enfermos de covid).
¿Dónde está la humanidad, ahora que las nuevas generaciones se levantan para defender la tierra, a los animales, a los habitantes originarios de las naciones, a las minorías raciales y sexuales? ¿Dónde la solidaridad, que todos sentimos que esas millones de vistas en nuestras fotos y publicaciones no se traducen en una llamada, en un mensaje para saber cómo estamos o si necesitamos un par de pastillas o una sopa para el alma o para la gripe?
En una sociedad hiperconectada el individualismo no es solo preocupante, es absolutamente doloroso; el individuo que trabaja, que compra, que consume, parece ser muy aceptado por su entorno próximo, parece haber alcanzado el éxito y sin embargo, tal vez está tan solo como el enfermo mental recluido en el hospital, como el preso en su celda, como el anciano a quien sus hijos y nietos ya no visitan.
¿Cómo puede ser esto cierto si en las “redes" aparecemos rodeados de amigos y de felicidad, si tenemos tantos colegas y compañeros de ideales que comentan nuestros estados y celebran nuestras fotos? ¿Es esta una interacción genuina, efectiva para las necesidades del ser humano? ¿Se relacionaban mejor nuestros antepasados que tenían tan pocos amigos reales y casi ninguno alrededor del mundo, quienes solo contaban con las cartas y los telegramas que demoraban tanto en llegar a destino para decirles a sus lejanos cuánto los extrañaban?
¿Dónde está la humanidad si solo sabemos comprar y producir basura sin que nos importe que cada cosa que desechamos, así lo hagamos en el lugar correcto, tiene impacto para el planeta y todas las especies que lo habitan? ¿Pensamos acaso en que cada teléfono celular, par de zapatos o jeans que tiramos produce una alteración en los ecosistemas?
¿Dónde está la humanidad? Me pregunto frente al cuerpo agonizante de un pequeño animal al que algún conductor apurado por llegar a quién sabe dónde atropelló y dejó botado en la carretera. Su cuerpo aun caliente no quiere dejar escapar la vida.
Pero ya es tarde.
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