Renunciar a la vida
Hace algunos meses una novia de adolescencia de mi humano se suicidó. Lo vi llorar como un niño y quejarse de haberla plantado pocas semanas antes de su muerte ¿Qué le quería contar en medio de ese café que le había invitado? ¿Habría servido de algo consolarla, darle ánimos, decirle que la vida siempre tiene algo mejor para dar? Es imposible saberlo pero, de paso, deseé que algún día llore igual mi muerte.
No sé por qué a todos los de su especie les causa tanto asombro, tanto shock eso que llaman suicidio, como si no fuera la cosa más sensata de hacer ante las agresiones de este mundo que ellos mismos crearon. Pensar en lo solos que están, en lo superficiales y transitorias que son sus relaciones -y no de ahora, de esta era de pantallas y apariencias, de siempre, en todas las épocas y lugares-; es así el humano, gregario pero solitario por naturaleza ¿Es que su capacidad de pensarse a sí mismo lo aísla, cosa que no es problema de otras especies? Es evidente que son los únicos en padecer la soledad, a otros seres vivos -incluyéndonos a los gatos- parece no causarles sufrimiento...
Y luego, esta sociedad que se inventaron e instaura paradigmas que les dañan la cabeza; que los vuelve guiñapos al vaivén de las circunstancias, de la moda, de los otros; entonces van a terapia y se quejan porque se sienten inseguros, poco atractivos, viejos y obesos y se aferran a otros de manera malsana, aunque los maltraten y hasta les destruyan la vida; después pretenden no volverse mierda cuando terminan relaciones en las que eran vulnerados y despreciados, de las que no se podían librar por temor a quedarse solos y creerse demasiado poco, aunque el otro fuera una basura maltratadora y egocéntrica.
Les sorprende sentirse fracasados por no conseguir un empleo, aunque no sea de su agrado y esté mal pago, porque se inventaron una noción de éxito que significa tener mucho dinero para gastar. Les aterra que una madre se lance con su hijo de un puente y se sienten con derecho a juzgarla, cuando su sufrimiento tuvo que ser tanto que no quiso irse sin asegurarse de que su criatura no viviera lo que ella...
¿Cómo pueden dormir tranquilos viendo morir a tantos jóvenes, a tantos niños y niñas, a tantos padres, madres y ancianos, a tantos animales desaparecer, tantos bosques y selvas arrasados, tantos ríos contaminados o reducidos a charcos nauseabundos?
Les sorprende sentirse fracasados por no conseguir un empleo, aunque no sea de su agrado y esté mal pago, porque se inventaron una noción de éxito que significa tener mucho dinero para gastar. Les aterra que una madre se lance con su hijo de un puente y se sienten con derecho a juzgarla, cuando su sufrimiento tuvo que ser tanto que no quiso irse sin asegurarse de que su criatura no viviera lo que ella...
¿Cómo pueden dormir tranquilos viendo morir a tantos jóvenes, a tantos niños y niñas, a tantos padres, madres y ancianos, a tantos animales desaparecer, tantos bosques y selvas arrasados, tantos ríos contaminados o reducidos a charcos nauseabundos?
Perdónenme señores, sé que poco entiendo de sus códigos y reglas, pero no dejo de preguntarme ¿qué esperan de un mundo que sólo los violenta más que pensar en abandonarlo?
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