¿Qué nos pasa?
Hay momentos en los que desearía haber sido golpeada por algo muy fuerte en la cabeza y estar en coma, en medio de una discusión familiar sobre si me quitan los tubos o no... Que perdonen mi poca sensibilidad pero hay días en los que deseo la muerte o pienso en ella como la única solución posible y no porque sufra de alguna enfermedad catastrófica. Sé que parece blasfemia pero es que cada vez más me cuesta soportar tanta estupidez.
Nunca pensé que me acercaría a los cuarenta siendo una persona amargada, creí que estaría feliz y realizada... Nunca imaginé que terminaría repudiando instituciones tan sagradas como la iglesia y la familia... Nunca intuí que un tema que de niña me pareció tan misterioso y cierto como la existencia de dios terminaría siendo motivo de conflicto, de rechazo hacia todo lo que me fue inculcado cuando no tenía posibilidad de resistir...
Estoy segura de que algo funciona mal en mí y tal vez si cayera en manos de un psiquiatra no tan brillante me diagnosticaría algún trastorno mental serio, de otra manera no me explico por qué no logro tragarme el odio, por qué no simplemente me siento feliz a disfrutar la t.v., los conciertos y los viajes; por qué no me siento conforme con un trabajo esclavizante y monótono en el que sólo contribuyo a que alguien se haga más rico pero me permite endeudarme para comprar cosas y tener que seguir trabajando para pagarlas dos veces -y hasta más- como se estila y luego perderlas por no haberlas pagado... ¿Por qué simplemente no me tiño las canas que empiezan a salir, me plancho el pelo, compro ropa de marca y salgo a rumbear todos los fines de semana a los sitios in de la ciudad?
¿Por qué no adaptarme si eso me haría más feliz, me libraría de la taquicardia y el ardor en el estómago que me producen las noticias? ¿Por qué me torturo con ellas y deseo asesinar a nuestros gobernantes y a las personas fanáticas religiosas e intolerantes? ¿Por qué termino pareciéndomeles y no logro aceptar la idea de que debo compartir el aire y el mundo con ellas? ¿Por qué desprecio a los artistas, a todo ser convencido de algo, a los engreídos, los indiferentes, a los neutrales? ¿Por qué me hartan tanto la profundidad como la inconsistencia y la banalidad? ¿Por qué me repugnan los padres amorosos, las parejas felices y los amigos del alma? ¿Por qué detesto a la gente en general, su patrioterismo, su hipocresía, su negación a encontrarse consigo y con los otros? ¿Por qué disfruto más los hijueputazos que las caritas felices? ¿Por qué no puedo con esta realidad que me tocó vivir y me refugio en genios muy sabios y muertos hace mucho tiempo, que me conmueven más que las fotos falsas del facebook y sus frases "poéticas" miles de veces compartidas por gente que ni se conoce entre sí ni desea hacerlo?
Aunque no soy digna de comparación como Frida Kahlo "espero alegre la salida y espero no volver jamás". Ojalá al momento de mi muerte no me retracte y, parafraseando al asesino de Los Intocables, termine “chillando como un cerdo" por mi vida o implorando perdón al Todopoderoso de quien tanto he renegado...
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