Este vacío...
Causa un poco de temor esto de no sentirse enamorado por primera vez en décadas, de no estar en medio de un síndrome de abstinencia sino más bien en una nostalgia tan leve como una delgada bruma en medio de un vacío que no es el de la desesperación; uno que no busca ser llenado con angustia como otras veces, o al menos no con otra persona, tal vez con varias, con uno mismo y con actividades, pensamientos, observaciones o simplemente nada; tantos años pensando que la vida sería triste sin una pareja y ahora la tranquilidad no es una excepción sino la regla.
Por supuesto que se extrañan cosas: los besos, los abrazos, la voz, el aliento, no de alguien en particular, sino en genérico; la cercanía, la complicidad, las conversaciones de noche en la cama, los susurros al oído, las piernas entrelazadas... Pero sales de ese espacio idílico y te levantas a vivir la vida con alguien que no te acepta como eres, que te hace vivir en el temor constante de "hacerlo" molestar, a quien no sabes cómo decirle ciertas cosas; quieres taparte los oídos para no escuchar sus reclamos, sus ofensas, sus acusaciones y ya no quieres que tu vida sea más ese carrusel de emociones...
No sabes si el amor estará vedado para ti en adelante, porque no quieres perder tantas conquistas adquiridas: la paz mental, la satisfacción de aceptarte como eres, aún sabiendo que como todos cometes cagadas; la certeza de que tu camino no tiene que ser como otros dicen ni igual al de nadie más, que todos estamos luchando contra algo, que merecemos comprensión y empatía pero también poner y que nos pongan límites; que nadie puede ser juez de otro y menos si desconoce sus dolores, sus debilidades y sus más íntimas inseguridades... ¡A cuántas personas les diste el poder de opinar sobre ti y criticarte tan severamente que sentías que te desgarrabas por dentro y ahora solo te guías por tu consciencia, tus aprendizajes y el criterio que has construido con los años! ¿Qué nombre ponerle a esto: madurez, crecimiento, estar encontrando por fin el equilibrio? Da miedo que sea solo temporal y regresen los sufrimientos, el necesitar, los apegos, la carencia... Pero te sientes fuerte ahora y con la seguridad de que sea lo que sea que venga, vas a poder con todo.
Y vas a estar bien.
Comentarios
Publicar un comentario